domingo, 14 de junio de 2009

“Caracterización del español de Chile a fines del siglo XX”

Con el pasar del tiempo el español de Chile ha sufrido diversas modificaciones debido a que es un territorio en donde se ha producido interacciones de diferentes culturas, desde que comenzó su historia hasta la actualidad; partiendo con la llegada de los españoles, el contacto con culturas antiguas como la quechua y la presencia de la cultura mapuche hasta hoy en día con la anglosajonización de la sociedad chilena producto de la globalización.

Chile comparte rasgos fonológicos y morfosintácticos en otros países hispanoamericanos, con otros dialectos del español, dando muestra de que el español de Chile es una mezcla de otros dialectos diferentes.

En el libro El español de Chile en las postrimerías del siglo XX, el autor Leopoldo Sáez Godoy explica las principales características del español de Chile en sus aspectos fonológicos y morfosintácticos.

Respecto a la fonología, Sáez aclara: “Fonológicamente, el español de Chile no presenta diferencias respecto del resto de Hispanoamérica. Tiene cinco fonemas vocálicos y 17 consonánticos (…) Es seseante y yeísta. Su sistema fonológico se estructura, en consecuencia, en torno a 22 fonemas”. (Sáez, L., 1999, p.22).

El autor diferencia fonología de fonética y ésta última la divide en fonética segmental y prosódica. Describe los siguientes rasgos característicos del español de Chile: (Sáez).

a) Palatalización de las velares
b) Aspiración y elisión de [s]
c) Aproximación y elisión de [d]
d) Ensordecimiento de [β] y [γ]
e) Fricativización de la africada >[]
f) Bilabialización de la labiodental /f/>[Φ]
g) Asibilación de la vibrante /r/>[]
h) Asibilación del grupo /tr/>[]
i) Diptongación de los hiatos /ea/>[ja], /oa/>[wa]
j) Asimilación de /rn/>[nn], /rl/>[ll]
k) Vocalización de la labial de /bl/
l) Prótesis de [g] ante los diptongos[we], [wa]

Respecto a la fonética prosódica, Sáez diferencia los rasgos de acentuación y entonación. En la acentuación, destaca que en el español de Chile la información dada se reacentúa (un ejemplo que nombra es ¿con leche o sin leche?) y se tiende a ubicar el último acento tonal de un enunciado en la palabra final. (Sáez).

En el ámbito morfosintáctico, el autor no encuentra ningún rasgo que sea único o exclusivo del español de Chile, pero hace referencia a fenómenos característicos de la norma chilena, como el voceo que afecta al pronombre y al verbo (Sáez). Con esto se refiere al uso del ‘vos’ en modo informal del tú; en cambio el uso del ‘vosotros’, el ‘os’ y el ‘vuestro’ es casi inexistente. El autor resalta también la tendencia a ocupar el imperativo como forma propia sólo en segunda persona del singular, y el no usar demasiado los futuros de subjuntivo (ej: haber cantado, hubiere cantado) y pretérito anterior (ej: hubo cantado). Se evitan los imperativos monosílabos como haz, ten, pon o sal y se mantiene la confusión entre hubo/hubieron fiestas, por ejemplo, entendiendo el complemento directo como sujeto. Es común reemplazar el verbo simple por una perífrasis del tipo ‘echar, hacer una + sustantivo de origen participial’. (Sáez).

El uso de ‘aquel’ ha disminuido, también han desaparecido conjunciones literarias como empero y el mas adversativo (en beneficio del pero). Además el uso del le indistintamente para singulares y plurales, lo cual es común en toda Hispanoamérica. (Sáez).

Predomina el uso del ‘que’ como partícula subordinante en desmedro de cualquier otra, además de una tendencia a la desaparición de la preposición que antecede a la oración encabezada por el ‘que’ (ej: en vez de decir ‘la casa en que’ se dice ‘la casa que’). También se ha extendido la expresión ‘lo que + ser’ en vez de un sintagma nominal (ej: estudié todo lo que es derivadas en vez de estudié todas las derivadas).

Respecto al léxico, el autor explica que: “Es característico del español de Chile un fondo de léxico mapudungún que no es muy numeroso, especialmente si no se consideran las voces de flora, fauna y toponimia, pero que está fuertemente arraigada en nuestra identidad”. (Sáez, p. 41).

También se posee cierto vocabulario de origen arahuaco, caribe, náhuatl y quechua, el cual se comparte con los demás pueblos americanos (Sáez). Finalmente Sáez habla del proceso de anglosajonización o más bien de “estadosunidización” que Chile está viviendo, presentándose actualmente mayor cantidad de anglicismos en los campos “del deporte, vestimentas, alimentación, economía, publicidad, computación. De allí va pasando a la lengua común”. (Sáez, p.46).


Sáez, L. (1999). El español de Chile en las postrimerías del siglo XX. Bachillerato en ciencias y humanidades, Universidad de Santiago de Chile. LOM ediciones.


Nicole Almarza
Bárbara Carvajal
Daniela Vásquez
Carolina Martínez

2 comentarios:

  1. ¡Qué artículo tan completo e interesante sobre el español de Chile!

    Yo he escrito artículos sobre las distintas variedades del español en el blog de traducción en español de Trusted Translations, que los invito a leer.

    Cordialmente,

    Amelia

    ResponderEliminar